Fecundación in vitro (FIV)

La fecundación in vitro (FIV) se basa en la extracción de los óvulos de la mujer mediante punción ovárica para posteriormente fecundarlos en el laboratorio con los espermatozoides de su pareja (o de un donante). Los embriones generados serán cultivados en el laboratorio y se observará su evolución hasta el momento de su transferencia al útero materno con el fin de conseguir el embarazo. Si se obtienen suficientes embriones viables o de buena calidad, el excedente es criopreservado para futuros tratamientos.

Existen dos tipos de FIV:

FIV convencional:
En una misma placa de cultivo, se disponen juntos los óvulos y los espermatozoides, distribuidos en microgotas de medio de cultivo. El objetivo es que los espermatozoides sean capaces de alcanzar por sí solos los óvulos y lograr la fecundación de los mismos.

Inyección intracitoplasmática del espermatozoide (ICSI):
En este caso, el espermatozoide es introducido directamente en el interior del óvulo mediante microinyección, para ello se emplea un sistema de micromanipulación.

Esta técnica es más invasiva y compleja que la inseminación artificial, pero sus probabilidades de éxito son mayores y es la técnica elegida en la mayoría de los casos de infertilidad.

Estimulación ovárica

El primer paso de esta técnica es llevar a cabo una estimulación ovárica controlada para estimular la producción de óvulos maduros con el fin de obtener un mayor número de ellos. Para lograrlo, es necesario un tratamiento hormonal con una duración media de 10 días, que culmina con la inducción de la ovulación mediante la administración de un medicamento inductor.

Punción ovárica

La punción ovárica es realizada 36 horas después de la inducción de la ovulación. Se trata de una intervención quirúrgica con anestesia en la que el ginecólogo usa una aguja conectada a un aspirador para acceder por vía transvaginal y ecoguiada a los ovarios y aspirar el contenido folicular. El líquido folicular será procesado en el laboratorio para lavar y aislar lo óvulos. Por otro lado, la muestra de semen es obtenida por masturbación y se capacita para realizar una FIV convencional o un ICSI con los óvulos obtenidos.

Incubación de embriones

Los embriones obtenidos como resultado de la fecundación son cultivados en el laboratorio, en el interior de un incubador que mantiene unas condiciones óptimas para su correcto desarrollo. Los embriólogos del laboratorio monitorizan este desarrollo durante varios días y seleccionan los embriones que son de buena calidad para llevar a cabo la transferencia o para ser criopreservados.

Transferencia embrión al útero

De cara a la transferencia embrionaria al útero, la paciente recibe un tratamiento hormonal de preparación endometrial, para que alcance el aspecto y grosor óptimo para la implantación embrionaria. Mediante una cánula de transferencia, el ginecólogo deposita el embrión o embriones en el útero de la paciente. Este último paso es indoloro y no requiere sedación.

Indicaciones:

Casos moderados o graves de infertilidad masculina

Factor tubárico (obstrucción en las trompas de Falopio)

Endometriosis

Baja reserva ovárica

Edad materna avanzada

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