Existen dos tipos de FIV:
FIV convencional:
En una misma placa de cultivo, se disponen juntos los óvulos y los espermatozoides, distribuidos en microgotas de medio de cultivo. El objetivo es que los espermatozoides sean capaces de alcanzar por sí solos los óvulos y lograr la fecundación de los mismos.
Inyección intracitoplasmática del espermatozoide (ICSI):
En este caso, el espermatozoide es introducido directamente en el interior del óvulo mediante microinyección, para ello se emplea un sistema de micromanipulación.