El número de tratamientos fallidos necesarios para diagnosticar un fallo de implantación no está consensuado a día de hoy debido a la multitud de factores que influyen.
Sin embargo, cuando hay 2 ó 3 transferencias embrionarias con embriones de buena calidad y no se consigue embarazo se plantea ya la posibilidad de que pueda existir un problema subyacente.